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En un esfuerzo por transformar la agroindustria y promover la sostenibilidad, nuestro equipo de investigación, liderado por el Dr. David Asmat Campos, ha logrado avances significativos en el desarrollo de bioplásticos a partir de residuos agroindustriales. Estos avances fueron presentados durante el Taller de Difusión de Resultados, realizado en nuestro campus de San Isidro, en Trujillo.

El proyecto tiene el objetivo de mejorar el envasado de los productos perecederos como el arándano, para mejorar su aprovechamiento. Para Christian Mesía, nuestro director de Investigación, Innovación y Sostenibilidad, la investigación significa un paso más en la industria. 

“Estos productos enfrentan desafíos significativos durante el transporte internacional, pero son una fuente importante en nuestra economía nacional. En UPN buscamos que nuestros proyectos de investigación tengan un impacto real en nuestro país, con nuestro Centro de Investigación Avanzada en Agroingeniería que es el único en el norte del país y que cuenta con los más altos estándares tecnológicos”, indicó.

Los arándanos, debido a su alta perecibilidad, pueden perder hasta 3 % de su masa por deshidratación durante su traslado a mercados lejanos. Esta pérdida no solo afecta la calidad del producto, sino que también representa un impacto económico millonario para los exportadores.

Para abordar esta problemática, el equipo de investigación ha desarrollado bioplásticos combinados con nanopartículas, los cuales le proporcionan mejoras en diversas propiedades. Cabe destacar que, las nanopartículas fueron obtenidas por métodos sostenibles, es decir, utilizando agentes reductores a partir de la extracción de compuestos bioactivos de los residuos, estas nanopartículas son integradas en los bioplásticos, mejorando significativamente sus propiedades mecánicas y de biodegradación. Esto convierte a los bioplásticos en una alternativa eficaz y respetuosa con el medio ambiente frente a los plásticos convencionales.

"La investigación actual demuestra que es posible combinar ciencia y sostenibilidad”, dice el Dr. David Asmat Campos. “Este avance no solo reduce el impacto ambiental de los plásticos convencionales, sino que también mejora la competitividad de los productos peruanos en mercados internacionales”.

A diferencia de esta opción, los plásticos tradicionales sostienen un extenso período de biodegradación, que puede durar cientos de años, contribuye a la acumulación masiva de residuos plásticos en el medio ambiente, generando serios problemas ecológicos. 

“Esta persistencia de los plásticos en el ambiente subraya la necesidad urgente de desarrollar alternativas más sostenibles, que no solo ofrecen una solución a los problemas industriales, sino que también se biodegradan en un período mucho más corto, reduciendo el impacto ambiental”, agregó David Asmat.

Este proyecto ha sido cofinanciado por ProCiencia-CONCYTEC, lo que subraya su relevancia y el impacto potencial para la región. Además, cuenta con la colaboración del Centro Nacional de Alta Tecnología (CeNAT) y su Laboratorio Nacional de Nanotecnología (LANOTEC) en Costa Rica, así como el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de Chota y el Gobierno Regional de La Libertad. Agrovision Perú, una empresa líder en el sector, ha sido un socio estratégico fundamental, aportando insumos clave y facilitando el desarrollo de la investigación.